Ojalá nunca andes por aquí...
De cualquier forma este espacio ya no es igual... afortunadamente tengo mi mente para escribir mil historias más... reales, ficticios, fantaseosos y hasta una mezcla de todas...
Gracias a un espacio más... a un pedazo de mi vida...
Gracias Dios, no me contamines.
martes, octubre 30, 2007
viernes, octubre 12, 2007
domingo, septiembre 30, 2007
Busco a alguien para platicarlo y a la única persona que encuentro es a mi misma...
No puedo hacer a nadie cómplice de esta desición.
La voy a regar, lo se... y mi conciencia estará negra como el cielo de la grande ciudad.... pero es un momento único, irrepetible sin duda, crucial para mi vida...
Esos minutos servirán para definir lo que viene, lo que siempre ha estado o lo que desde hace mucho se fue.
Shit!!
No puedo hacer a nadie cómplice de esta desición.
La voy a regar, lo se... y mi conciencia estará negra como el cielo de la grande ciudad.... pero es un momento único, irrepetible sin duda, crucial para mi vida...
Esos minutos servirán para definir lo que viene, lo que siempre ha estado o lo que desde hace mucho se fue.
Shit!!
sábado, septiembre 29, 2007
Hay secretos que siempre lo van a ser...
Que se deben callar por siempre.
Hay palabras, pensamientos y recuerdos que es mejor enterrar, que se queden en el mundo de las ideas vagas, difusas y casi olvidadas.
Los secretos, un mundo mágico, con matices de todos colores y los sentimientos más fuertes...
La verdad encerrada, oculta... temerosa, generosa y hasta necesaria.
Encarnan lo puro, real... carcomen las palabras.... mueren como siempre... sin que nadie los perciba pero ahí quedan en el limbo... en el espacio... en los sueños... en lo que hubiera sido...
Tengo secretos que ni siquiera podría plasmar... secretos que siempre lo van a ser...
domingo, septiembre 23, 2007
Hoy me siento de la súper shit...
Es domingo laboral, me bajó, estoy desveladísima y encima de todo, traigo unos cólicos como nunca...
Mi compañero de trabajo dice que es peor tener la cruda que se carga, puede ser... pero por lo menos es consecuencia de una noche de parranda divertida... no que este pinche malestar es de gratis y para acabarla de chingar cada puto mes...
Me lleva!!
Es domingo laboral, me bajó, estoy desveladísima y encima de todo, traigo unos cólicos como nunca...
Mi compañero de trabajo dice que es peor tener la cruda que se carga, puede ser... pero por lo menos es consecuencia de una noche de parranda divertida... no que este pinche malestar es de gratis y para acabarla de chingar cada puto mes...
Me lleva!!
martes, septiembre 04, 2007
Después de muuuuucho tiempo no escribo lo que he vivido. Creo que desde la última vez dejaré de lado muchas cosas importantes.
Pero bueno, no haré recuento sino que me instalaré en el presente.
Tengo más de dos meses en un nuevo trabajo, ahora mi lugar está rodeado de palabras impresas. El Periódico Reforma es reconocido a nivel nacional a pesar de ser un medio local.
Realmente entré muy contenta y hasta el momento no me he terminado de desilucionar... de hecho creo que más bien estoy asustada de ver un mar de oportunidades. Mi inseguridad se hace presente, mi miedo a creer en mí. Tengo que hacer conciencia de que es una oportunidad como ninguna, quizá de las que en la vida se vuelven a repetir.
Pero bueno, no haré recuento sino que me instalaré en el presente.
Tengo más de dos meses en un nuevo trabajo, ahora mi lugar está rodeado de palabras impresas. El Periódico Reforma es reconocido a nivel nacional a pesar de ser un medio local.
Realmente entré muy contenta y hasta el momento no me he terminado de desilucionar... de hecho creo que más bien estoy asustada de ver un mar de oportunidades. Mi inseguridad se hace presente, mi miedo a creer en mí. Tengo que hacer conciencia de que es una oportunidad como ninguna, quizá de las que en la vida se vuelven a repetir.
martes, junio 26, 2007
Será? Mi escencia... nunca te vayas de mi...
Liz "la rorra" and me.
[c=6]·#εïз..motheЯfucking pЯincess!..εïз ●๋• kierO* muerO i matO por unOs tosTitOs* =/ [/c] says:
tu esencia es lo ke mas impaktA... te lo digo de korazon
- [c=6]·#εïз..motheЯfucking pЯincess!..εïз ●๋• kierO* muerO i matO por unOs tosTitOs* =/ [/c] says:
te konoci hace komo 6 años
- [c=6]·#εïз..motheЯfucking pЯincess!..εïз ●๋• kierO* muerO i matO por unOs tosTitOs* =/ [/c] says:
i desde el primer dia eres la misma
KaRy Ñosa... says:
jajaja como?
KaRy Ñosa... says:
Ya no entendi
- [c=6]·#εïз..motheЯfucking pЯincess!..εïз ●๋• kierO* muerO i matO por unOs tosTitOs* =/ [/c] says:
nunka peinada, siempre sencialla, la misma talla, pero tus ojos inspiran confianza
- [c=6]·#εïз..motheЯfucking pЯincess!..εïз ●๋• kierO* muerO i matO por unOs tosTitOs* =/ [/c] says:
te lo juro vi la foto
- [c=6]·#εïз..motheЯfucking pЯincess!..εïз ●๋• kierO* muerO i matO por unOs tosTitOs* =/ [/c] says:
i senti k te estaba viendo
- [c=6]·#εïз..motheЯfucking pЯincess!..εïз ●๋• kierO* muerO i matO por unOs tosTitOs* =/ [/c] says:
igual ke siempre
KaRy Ñosa... says:
jajaja es que es la misma blusa que no me quito.... eso debe ser
- [c=6]·#εïз..motheЯfucking pЯincess!..εïз ●๋• kierO* muerO i matO por unOs tosTitOs* =/ [/c] says:
te lo digo en serio
KaRy Ñosa... says:
jajajaja
KaRy Ñosa... says:
todo mundo me dice que me veo igualita
- [c=6]·#εïз..motheЯfucking pЯincess!..εïз ●๋• kierO* muerO i matO por unOs tosTitOs* =/ [/c] says:
ya sE
- [c=6]·#εïз..motheЯfucking pЯincess!..εïз ●๋• kierO* muerO i matO por unOs tosTitOs* =/ [/c] says:
i io ya no enkuentro kremas ke sean efectivas jajaja
KaRy Ñosa... says:
Un un poco más cerda diría yo
- [c=6]·#εïз..motheЯfucking pЯincess!..εïз ●๋• kierO* muerO i matO por unOs tosTitOs* =/ [/c] says:
tas loka
- [c=6]·#εïз..motheЯfucking pЯincess!..εïз ●๋• kierO* muerO i matO por unOs tosTitOs* =/ [/c] says:
estas igualitA
- [c=6]·#εïз..motheЯfucking pЯincess!..εïз ●๋• kierO* muerO i matO por unOs tosTitOs* =/ [/c] says:
mi reina
Liz "la rorra" and me.
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tu esencia es lo ke mas impaktA... te lo digo de korazon
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te konoci hace komo 6 años
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i desde el primer dia eres la misma
KaRy Ñosa... says:
jajaja como?
KaRy Ñosa... says:
Ya no entendi
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nunka peinada, siempre sencialla, la misma talla, pero tus ojos inspiran confianza
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te lo juro vi la foto
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i senti k te estaba viendo
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igual ke siempre
KaRy Ñosa... says:
jajaja es que es la misma blusa que no me quito.... eso debe ser
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te lo digo en serio
KaRy Ñosa... says:
jajajaja
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todo mundo me dice que me veo igualita
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ya sE
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i io ya no enkuentro kremas ke sean efectivas jajaja
KaRy Ñosa... says:
Un un poco más cerda diría yo
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tas loka
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estas igualitA
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mi reina
jueves, junio 07, 2007
viernes, junio 01, 2007
viernes, mayo 04, 2007
El sabor a vainilla y avellana me llevaron a los días de mi niñez en la que con mil pesos podía comprar unas Sabritas, un chicle de bolita, un refresco Bimbo, Caballito u Orange Crunch y hasta un delicioso Duvalín como el que como ahora, solo que con una imagen publicitaria que ya puedo calificar de “retro”…
Cuando era niña me gustaba mucho ir con mi “má Lola” y “mi padre”, mis abuelos que siempre estuvieron de manera constante en esa etapa de mi vida. Jugaba como lo que era, una pequeña que con cualquier cosa se divertía. Solía ser de personalidad serena y en ocasiones hasta tímida pero eso cambiaba cuando estaba en compañía de mi prima menor Kenia con la que me divertía en cualquier rincón de la inmensa casa. La tranquilidad se interrumpía con el grito o llanto de alguna de las dos, ella por algún raspón o yo por ser víctima de su trato brusco y muchas veces violento.
La calle aún empedrada, primero porque no había suficiente desarrollo urbano y después por la renuencia de los hombres más viejos de la cuadra al menor cambio, entre ellos Heliodoro Benítez (mi abuelo), era el lugar idóneo para pasar las tardes húmedas y calurosas del verano de Mazatlán.
Con la libertad mágica que teníamos en los años 80, mi tío “Lolo”, el menor de los hermanos varones de los Benítez Loaiza y que en ese entonces andaba más descarriado que nunca, nos daba “una milpa” para mí “la nena” y otra para mi prima hermana “la babanas”).
Cuando “mi padre” se daba cuenta de que teníamos tal cantidad de dinero nos proponía ser un fiel cuidador y administrador, pero al darnos cuenta de su tono sarcástico con una inocente maldad y picardía, respondíamos que no y salíamos corriendo despavoridas.
De esa misma manera y cuanto antes estábamos en una pequeña casa pintada de verde, ubicada a unos pocos metros del número 1337 en la calle Bernardo Vázquez… Era habitada por dos viejitos que por más que pasaron los años siempre les vi igual. Don “Nati”, un hombre fuerte quien la mayoría de las veces despachaba la tiendita montada dentro de su casa y Doña Alejandra, quien siempre llevaba su larga cabellera blanca trenzada y un mandil encima de sus ropas que la hacía ver como la típica ama de casa de aquellos años.
También tenían un perro, no recuerdo la raza y mucho menos su nombre y que traigo a colación quizá solo por el impacto que me causo un día ver a semejante animal luciendo cual rey ancestral un collar de ajos alrededor de su cuello dizque para que se le quitara el moquillo.
La mercancía que vendían ahí, en su mayoría dulces, la tendían sobre una enorme mesa de madera y otros los colgaban, lo que para nosotros era el tesoro más brillante que veíamos casi todos los días. Por cierto cuando digo que algo era enorme, grande e inmenso seguramente es por el “tamañito de persona que era”, cuando pasa el tiempo te das cuenta de que todo depende de la perspectiva con que se miran las cosas.
Con mi monedota dorada de Sor Juana Inés de la Cruz en la mano, Don “Nati” (supongo era Natividad), me recibía siempre con el mismo saludo ¡Doña Karina! y yo respondiendo solo con una sonrisa casi ignorándole me concentraba en el menú del día.
En la lista de mis prioridades estaba un tarugo, unos Chetos o Pizzerolas, un chicle de “bolita” rosa, morado o el picoso rojo, un jamoncillo, unas “ostias”, la paleta redonda y roja con las manecillas y números de reloj pintados que con un poco de salivita se dibujaba en mi muñeca, un mazapán con la famosa envoltura de plástico con una rosa que al pasarle un algodón con alcohol y postrada sobre la piel se dibujaba cual tatuaje, la paleta que tenia en ambos extremos unas dulces caritas sonrientes y de ley mi ya mencionado e inspirador de este escrito el Duvalín.
Increíble, podía comprar casi todo eso con tan solo una moneda que guardaba felizmente en la pequeña bolsita de cierre de mis tenis marca Panam verdeazules.
Pronta a caer la noche y cuando ya el calor había disminuido su intensidad, la calle se llenaba de voces. Los señores jugaban dominó en la banqueta, las señoras se reunían en grupo afuera de la tiendita para tomar una taza de café, una Coca-cola o un frío Tehuacán como lo hacía má Lola o simplemente para descansar del asfixiante clima. Los niños por supuesto sacábamos pelotas, bicicletas, canicas, yoyos, baleros o inventábamos esos juegos que suelen ser los más creativos y divertidos de todos.
Don Nati y Doña Alejandra eran de las personas que piensas que estarán donde mismo y para siempre. De hecho, ahora que lo pienso me acabo de percatar de su definitiva ausencia.
Cuando “mi paye” falleció todo cambio, por principio de cuentas sus primeros nietos ya no éramos unos niños, ya no era tan necesario que nos dejaran al cuidado de mis abuelos. Por ello, solo cuando íbamos a visitarlos los fines de semana en un balde de peltre con envases vacíos, comprábamos “Cocas” con los “inseparables” viejitos.
Un par de años antes de que el cáncer pulmonar terminara con mi entrañable y ahora misterioso abuelo, colaboré inocentemente con la enfermedad yendo a comprar a la misma casita sus necesarios cigarros Delicados o como él decía “sus delincuentes”. Irónicamente fue el momento en que sentí el sabor a tabaco, cuando el me decía: “Dile a tu mamá Lola que me prenda el cigarro”, yo en el camino le daba un par de fumadas. No puedo negar que aunque no deja de ser nocivo es un olor que me lo sigue recordando.
Entre más crecía menos me quedaba a pasar la noche con mis “padres”, mi prima ya no estaba en la ciudad y yo ya tenía otras formas de divertirme. Se podría decir que mi infancia la viví en la Bernardo Vázquez y la adolescencia en mi casa, en mi calle, con mis amigos.
Un día me enteré que en la tiendita ya no vendían dulces, solo refrescos y cigarros; y aunque no le di mucha importancia era realmente extraño buscar otro lugar para hacer mis compras.
Es un hecho que empecé a ver de manera distinta a los señores que antes me abastecían de golosinas, ya no eran parte de ese momento tan feliz, ya no eran los cómplices y Don “Nati” hasta me pareció un señor regañón y medio amargado. Doña Alejandra solo era una vecina más de mi abuelita, parte del ambiente de barrio.
Después de pasar un buen tiempo sin ir siquiera por los “chescos” me di cuenta que hacía mucho que no veía a Don “Nati” pasar caminando por la calle siempre limpio y vigoroso.
Pregunté a mi abuela que era de ellos y respondió ¡se fueron!... como baldazo de agua y con un sobresalto pregunté a dónde esperando que me dijera el nombre de algún pueblo cercano acompañado de un “pronto volverán”.
Desafortunadamente no fue así. Cuenta mi abuela en su estilo meramente sinaloense que al verse ya viejos y cansados acordaron irse por caminos diferentes a sus respectivos pueblos de origen. Después de tantos años de compartir sueños y darse amor se despidieron cual novios al caer la noche para no sufrir con el sufrimiento del otro, para no culpar al tiempo del adiós involuntario y doloroso de la muerte, para irse cada cual con el esperanzado “hasta luego” y reencontrarse en un lugar nuevo, mágico y eterno.
No cabe duda que el amor es extraño pero nunca deja de ser bello.
Espero llegar al mismo lugar donde dicen que llegan los de aquí se van y poder con “un tostón” (500 pesos) o con una milpa (mil pesos) poder comprarle sus “delincuentes” o Marlboro rojos a mi padre y si me sobra un poco, mi Duvalín de cajón, igual o más delicioso como el que disfruto ahora y que me hizo volver a la edad de la inocencia, por supuesto con los enamorados viejitos.
Descansen en paz Don Nati y Doña Alejandra y gracias por ser parte de mi infancia aunque haya sido involuntario…
Padre: Te Amo y como a Duvalín no te cambio por nada… sigues más cerca de lo que a veces puedo creer, se que me escuchas y que nos cuidas.
Con cariño: Karina Lizbeth Benítez Santiago. Alias: “Doña Kirina” o en su defecto “Gorda Payasa”.
Cuando era niña me gustaba mucho ir con mi “má Lola” y “mi padre”, mis abuelos que siempre estuvieron de manera constante en esa etapa de mi vida. Jugaba como lo que era, una pequeña que con cualquier cosa se divertía. Solía ser de personalidad serena y en ocasiones hasta tímida pero eso cambiaba cuando estaba en compañía de mi prima menor Kenia con la que me divertía en cualquier rincón de la inmensa casa. La tranquilidad se interrumpía con el grito o llanto de alguna de las dos, ella por algún raspón o yo por ser víctima de su trato brusco y muchas veces violento.
La calle aún empedrada, primero porque no había suficiente desarrollo urbano y después por la renuencia de los hombres más viejos de la cuadra al menor cambio, entre ellos Heliodoro Benítez (mi abuelo), era el lugar idóneo para pasar las tardes húmedas y calurosas del verano de Mazatlán.
Con la libertad mágica que teníamos en los años 80, mi tío “Lolo”, el menor de los hermanos varones de los Benítez Loaiza y que en ese entonces andaba más descarriado que nunca, nos daba “una milpa” para mí “la nena” y otra para mi prima hermana “la babanas”).
Cuando “mi padre” se daba cuenta de que teníamos tal cantidad de dinero nos proponía ser un fiel cuidador y administrador, pero al darnos cuenta de su tono sarcástico con una inocente maldad y picardía, respondíamos que no y salíamos corriendo despavoridas.
De esa misma manera y cuanto antes estábamos en una pequeña casa pintada de verde, ubicada a unos pocos metros del número 1337 en la calle Bernardo Vázquez… Era habitada por dos viejitos que por más que pasaron los años siempre les vi igual. Don “Nati”, un hombre fuerte quien la mayoría de las veces despachaba la tiendita montada dentro de su casa y Doña Alejandra, quien siempre llevaba su larga cabellera blanca trenzada y un mandil encima de sus ropas que la hacía ver como la típica ama de casa de aquellos años.
También tenían un perro, no recuerdo la raza y mucho menos su nombre y que traigo a colación quizá solo por el impacto que me causo un día ver a semejante animal luciendo cual rey ancestral un collar de ajos alrededor de su cuello dizque para que se le quitara el moquillo.
La mercancía que vendían ahí, en su mayoría dulces, la tendían sobre una enorme mesa de madera y otros los colgaban, lo que para nosotros era el tesoro más brillante que veíamos casi todos los días. Por cierto cuando digo que algo era enorme, grande e inmenso seguramente es por el “tamañito de persona que era”, cuando pasa el tiempo te das cuenta de que todo depende de la perspectiva con que se miran las cosas.
Con mi monedota dorada de Sor Juana Inés de la Cruz en la mano, Don “Nati” (supongo era Natividad), me recibía siempre con el mismo saludo ¡Doña Karina! y yo respondiendo solo con una sonrisa casi ignorándole me concentraba en el menú del día.
En la lista de mis prioridades estaba un tarugo, unos Chetos o Pizzerolas, un chicle de “bolita” rosa, morado o el picoso rojo, un jamoncillo, unas “ostias”, la paleta redonda y roja con las manecillas y números de reloj pintados que con un poco de salivita se dibujaba en mi muñeca, un mazapán con la famosa envoltura de plástico con una rosa que al pasarle un algodón con alcohol y postrada sobre la piel se dibujaba cual tatuaje, la paleta que tenia en ambos extremos unas dulces caritas sonrientes y de ley mi ya mencionado e inspirador de este escrito el Duvalín.
Increíble, podía comprar casi todo eso con tan solo una moneda que guardaba felizmente en la pequeña bolsita de cierre de mis tenis marca Panam verdeazules.
Pronta a caer la noche y cuando ya el calor había disminuido su intensidad, la calle se llenaba de voces. Los señores jugaban dominó en la banqueta, las señoras se reunían en grupo afuera de la tiendita para tomar una taza de café, una Coca-cola o un frío Tehuacán como lo hacía má Lola o simplemente para descansar del asfixiante clima. Los niños por supuesto sacábamos pelotas, bicicletas, canicas, yoyos, baleros o inventábamos esos juegos que suelen ser los más creativos y divertidos de todos.
Don Nati y Doña Alejandra eran de las personas que piensas que estarán donde mismo y para siempre. De hecho, ahora que lo pienso me acabo de percatar de su definitiva ausencia.
Cuando “mi paye” falleció todo cambio, por principio de cuentas sus primeros nietos ya no éramos unos niños, ya no era tan necesario que nos dejaran al cuidado de mis abuelos. Por ello, solo cuando íbamos a visitarlos los fines de semana en un balde de peltre con envases vacíos, comprábamos “Cocas” con los “inseparables” viejitos.
Un par de años antes de que el cáncer pulmonar terminara con mi entrañable y ahora misterioso abuelo, colaboré inocentemente con la enfermedad yendo a comprar a la misma casita sus necesarios cigarros Delicados o como él decía “sus delincuentes”. Irónicamente fue el momento en que sentí el sabor a tabaco, cuando el me decía: “Dile a tu mamá Lola que me prenda el cigarro”, yo en el camino le daba un par de fumadas. No puedo negar que aunque no deja de ser nocivo es un olor que me lo sigue recordando.
Entre más crecía menos me quedaba a pasar la noche con mis “padres”, mi prima ya no estaba en la ciudad y yo ya tenía otras formas de divertirme. Se podría decir que mi infancia la viví en la Bernardo Vázquez y la adolescencia en mi casa, en mi calle, con mis amigos.
Un día me enteré que en la tiendita ya no vendían dulces, solo refrescos y cigarros; y aunque no le di mucha importancia era realmente extraño buscar otro lugar para hacer mis compras.
Es un hecho que empecé a ver de manera distinta a los señores que antes me abastecían de golosinas, ya no eran parte de ese momento tan feliz, ya no eran los cómplices y Don “Nati” hasta me pareció un señor regañón y medio amargado. Doña Alejandra solo era una vecina más de mi abuelita, parte del ambiente de barrio.
Después de pasar un buen tiempo sin ir siquiera por los “chescos” me di cuenta que hacía mucho que no veía a Don “Nati” pasar caminando por la calle siempre limpio y vigoroso.
Pregunté a mi abuela que era de ellos y respondió ¡se fueron!... como baldazo de agua y con un sobresalto pregunté a dónde esperando que me dijera el nombre de algún pueblo cercano acompañado de un “pronto volverán”.
Desafortunadamente no fue así. Cuenta mi abuela en su estilo meramente sinaloense que al verse ya viejos y cansados acordaron irse por caminos diferentes a sus respectivos pueblos de origen. Después de tantos años de compartir sueños y darse amor se despidieron cual novios al caer la noche para no sufrir con el sufrimiento del otro, para no culpar al tiempo del adiós involuntario y doloroso de la muerte, para irse cada cual con el esperanzado “hasta luego” y reencontrarse en un lugar nuevo, mágico y eterno.
No cabe duda que el amor es extraño pero nunca deja de ser bello.
Espero llegar al mismo lugar donde dicen que llegan los de aquí se van y poder con “un tostón” (500 pesos) o con una milpa (mil pesos) poder comprarle sus “delincuentes” o Marlboro rojos a mi padre y si me sobra un poco, mi Duvalín de cajón, igual o más delicioso como el que disfruto ahora y que me hizo volver a la edad de la inocencia, por supuesto con los enamorados viejitos.
Descansen en paz Don Nati y Doña Alejandra y gracias por ser parte de mi infancia aunque haya sido involuntario…
Padre: Te Amo y como a Duvalín no te cambio por nada… sigues más cerca de lo que a veces puedo creer, se que me escuchas y que nos cuidas.
Con cariño: Karina Lizbeth Benítez Santiago. Alias: “Doña Kirina” o en su defecto “Gorda Payasa”.
miércoles, abril 04, 2007
Hay un dato curioso en mi vida... de esos que por más que piensas no llegan a ser casualidades...
Un día al abrir un mail de publicidad del sitio tuparada.com me encontré unas tarjetas con los significados de nombres...
Por principio de cuentas me pareció muy raro que en la lista apareciera mi nombre con todítas sus letras: KARINA... obvio de dí click al link para leer la información derivada de mi name de pila y resultó lo siguiente:
Significado: La muy amada. De origen latino. (¿será?)...
Variante: Carina.
Caracteristicas: Es sociable (hablo hasta con los semáforos), creativa (ocurrente sería lo correcto) y femenina (jajaja) .Está siempre atenta a lo que le pasa a los demás (se puede derrumbar el mundo sobre mi y yo ni en cuenta). Sabe escuchar y da sus opiniones con franqueza (Si a veces hasta me pongo de tapete).
Amor: Le gusta encontrar en su pareja estabilidad y compañerismo. (espero haberlo encontrado ya... si no, que la vida me lo demande y grite fuerte)...
Fecha:7 de Noviembre (SANTA CARINA).
Oh oh oh Dios... Alguna ocasión viéndome al espejo quise sentirme no como Karina sino como Marcela, Mónica, Claudia y me bauticé con decenas de nombres más... realmente fue extraño, como que mi cuerpo escapó y sentí frío...
Recuerdo muy bien que después de ese debraye fui a preguntarle a mi mamá porqué eligieron Karina para mí... digo, no es un nombre privado y mega original pero creo que como te llaman en la vida define la personalidad y el como te ven las personas...
Respondió lo que ya alguna vez había escuchado de su propia voz: "Yo escogí tu nombre y fue solo por que me gustó"... años más tarde descubrí que el día de mi nacimiento se celebra a santa Carina. No tengo ni la más mínima idea que milagros hace ni de donde es pero esto no me parece una casualidad. Me comprueba la grandeza de lo que viene, de lo que sueño, del motivo que siempre me pregunto, del inicio del círculo que ese día comenzó y que seguramente ese mismo día terminará...
Karina... esa soy yo... por que así tenía que ser lo que aún no se...
Un día al abrir un mail de publicidad del sitio tuparada.com me encontré unas tarjetas con los significados de nombres...
Por principio de cuentas me pareció muy raro que en la lista apareciera mi nombre con todítas sus letras: KARINA... obvio de dí click al link para leer la información derivada de mi name de pila y resultó lo siguiente:
Significado: La muy amada. De origen latino. (¿será?)...
Variante: Carina.
Caracteristicas: Es sociable (hablo hasta con los semáforos), creativa (ocurrente sería lo correcto) y femenina (jajaja) .Está siempre atenta a lo que le pasa a los demás (se puede derrumbar el mundo sobre mi y yo ni en cuenta). Sabe escuchar y da sus opiniones con franqueza (Si a veces hasta me pongo de tapete).
Amor: Le gusta encontrar en su pareja estabilidad y compañerismo. (espero haberlo encontrado ya... si no, que la vida me lo demande y grite fuerte)...
Fecha:7 de Noviembre (SANTA CARINA).
Oh oh oh Dios... Alguna ocasión viéndome al espejo quise sentirme no como Karina sino como Marcela, Mónica, Claudia y me bauticé con decenas de nombres más... realmente fue extraño, como que mi cuerpo escapó y sentí frío...
Recuerdo muy bien que después de ese debraye fui a preguntarle a mi mamá porqué eligieron Karina para mí... digo, no es un nombre privado y mega original pero creo que como te llaman en la vida define la personalidad y el como te ven las personas...
Respondió lo que ya alguna vez había escuchado de su propia voz: "Yo escogí tu nombre y fue solo por que me gustó"... años más tarde descubrí que el día de mi nacimiento se celebra a santa Carina. No tengo ni la más mínima idea que milagros hace ni de donde es pero esto no me parece una casualidad. Me comprueba la grandeza de lo que viene, de lo que sueño, del motivo que siempre me pregunto, del inicio del círculo que ese día comenzó y que seguramente ese mismo día terminará...
Karina... esa soy yo... por que así tenía que ser lo que aún no se...
