viernes, febrero 10, 2006

Desde que el mundo cambiò de color la esperanza no se asoma.
Pensè escapar, cambiar de sabor y el escenario no perdona.
La insertidumbre me sigue, el vaciò se expande, la desilusiòn y la pena propia me gritan nuevamente diciendo lo que tantas veces.
Se lo que hay aquì, el fuego dentro quema cada vez con màs fuerza,
no se deja mostrar en su màximo explendor porque lo detiene el miedo.
Miedo, miedo...
Siempre anidado en mì, creciendo en silencio...